Durante seis años arrasaron con este proyecto por escenarios de todo el mundo, para – a continuación – emprender un nuevo espectáculo de la mano de Descanso Dominical, otro disco emblemático de la formación. Fue el quinto y penúltimo álbum de estudio de Mecano, que se publicó en mayo de 1988. De alguna manera fue el trabajo que les catapultó a lo más alto a nivel internacional, abriéndoles las puertas de muchos países. Con anterioridad ya habían conseguido mucha aceptación en el extranjero con su Entre el cielo y el suelo, pero Descanso Dominical no hizo más que reafirmar su buena labor.
Fue el álbum español más vendido en 1988 y este título se extrajo de uno de los versos de El blues del esclavo. De él se pueden destacar unas cuantas canciones que llevan el sello de los hermanos Cano. Entre ellas se encuentran Mujer contra Mujer, No hay marcha en Nueva York, La fuerza del destino, Los amantes o Eungenio Salvador Dalí.
La constante rivalidad de Nacho y José María por componer las mejores canciones permitió enriquecer aún más el repertorio del grupo. En medio de todo esto se encontraba Ana Torroja, que era la encargada de poner la voz.
Hoy en día, muchos de los temas de Mecano siguen estando muy presentes en la memoria de unas cuantas generaciones. Fueron totalmente revolucionarios y transgresores, con letras atrevidas y ritmos que resultaban prácticamente desconocidos para la época.
Aidalai, el otro espectáculo con el que triunfan
Mecano dejó para el recuerdo unos cuantos discos, entre los que sobresalen Aidalai o Descanso Dominical. Precisamente estos dos trabajos discográficos han protagonizado los dos espectáculos de Hija de la Luna que se ha encargado de interpretar la artista sevillana Robin Torres.
Aunque ambos álbumes llevan el sello de la banda madrileña, entre ellos hay unas cuantas diferencias. Se publicaron en etapas distintas, por lo que puede apreciarse la evolución que experimenta la formación con el paso de los años.
Aidalai fue un espectáculo que se inspiró en el disco Aidalai, que llevó de gira a Mecano entre los años 1991 y 1992, en lo que se preveía que fuera la despedida del grupo. De aquel álbum se extraen temas tan conocidos como Una rosa es una rosa, El 7 de septiembre, Bailando salsa, Dalai Lama o El peón del rey de negras.
José María Cano contó en su momento que en un principio no tenían previsto realizar la gira debido al cansancio que acumulaba la banda. En los planes de Mecano estaba parar 3 o 4 años para tomarse un respiro y volver más adelante con más energías. La situación les llevó a recapacitar y a despedirse de los fans como se merecían. Desveló que fue un tour plagado de problemas entre ellos, algo que considera lógico porque “estábamos cansados y hartos los unos de los otros”. Prácticamente a diario se repetían los enfrentamientos por el repertorio a tocar.
Se dieron una serie de circunstancias que les impidieron cancelar la gira. Tenían como patrocinador de la misma a una conocida firma de vehículos y todas las localidades se habían vendido con antelación. Eso frenó sus intenciones de marcharse para casa antes de tiempo.
Aidalai sirvió de punto de inflexión para Mecano. Cumplidos sus compromisos con los seguidores, pudieron tomarse un largo descanso en 1991 tras acabar el tour. Al cabo de siete años regresaron de nuevo a los escenarios con Ana | José | Nacho. Consistía en un recopilatorio de éxitos que incluía siete nuevas canciones.
Todo hacía indicar que volvían a los escenarios para quedarse, pero no hizo falta esperar mucho para darse cuenta de que el proyecto no iba a tener continuidad en el tiempo. Ocho meses después, durante la gala de los Premios Amigos, José María anunciaba por sorpresa la disolución del grupo. Ninguno de sus compañeros, ni el mánager ni la casa discográfica estaban al corriente de esa decisión.
Precisamente Aidalai fue el título del primer espectáculo de Hija de la Luna, donde además de los temas del tour Aidalai también rescataron otros muy conocidos por el público. No hay que olvidar que se trata de una actuación clonada en donde se interpretan los grandes éxitos de la banda conservando la esencia y respetando a la perfección todo lo que tiene que ver con escenografía, vestuario o instrumentos.
Durante las dos horas que dura el tributo a la formación madrileña, los fans podrán disfrutar de un gran espectáculo en directo que les hará retroceder tres décadas en el tiempo. Con Aidalai y Descanso Dominical, el espectáculo Hija de la Luna ha conseguido alcanzar los 300 conciertos, colgando el cartel de ‘no hay entradas’ en más de 200 de ellos. Sin lugar a dudas, esto les ha permitido situarse como uno de los grandes shows de la escena musical de nuestro país.