Nos desvela los orígenes de este proyecto, pero también se pronuncia sobre los planes de futuro. Confirma que aún le queda mucha cuerda para rato interpretando a Ana Torroja y agradece el cariño que le ha brindado el público en los auditorios y teatros de toda España y Latinoamérica. De momento son más de 300 conciertos al frente de Hija de la Luna, colgando el cartel de ‘no hay entradas’ en muchos de ellos.
-¿Cómo te interesaste por la música de Mecano?
-En casa de mis padres siempre se ha escuchado mucha música, y entre ella estaba Mecano. Recuerdo que cuando era pequeña, con mis hermanas formábamos una especie de banda, y emulamos a Mecano. Una se ponía de pianista (aunque no tuviéramos piano), a la batería, bailando…, jugando con nuestra imaginación. Entre las cuatro hermanas nos poníamos a hacer la formación de Mecano y a cantar sus canciones.
-¿Por qué decidiste empezar con la gira Hija de la Luna?
-Cuando empezó el boom de las bandas tributo, en 2015, pensé que era injusto que hubiera tributos a todas las bandas y que nadie se atreviera a hacer un tributo a Mecano. Entonces me puse a indagar. Era fan de Mecano, pero no había ido a un concierto de ellos en directo y cuando se separaron me cogió muy joven, con 9 años. Nunca pude ver sus actuaciones, por lo que investigué y me di cuenta de lo complicado que era y entendí porque la gente no se atrevía con ese homenaje a la banda.
La puesta en escena era espectacular, el despliegue de iluminación, de sonido, cómo actuaban sobre el escenario. Para mí lo más difícil fue ponerme en la piel de Ana Torroja y hacer las mismas coreografías, poner la voz como ella. Era un trabajo muy complicado para acercarme lo mejor posible al personaje de Ana Torroja. Sobre todo, lo más difícil fue cantar y bailar a la vez, y más con Ana moviéndose de un lado para otro del escenario y sin que se le notara en la voz. Pero como soy muy fan de Mecano y me encantan los retos decidí preparar este homenaje que me llevó unos 4 meses de montaje del espectáculo. Ahora ya llevamos más de 300 conciertos.
-¿Cómo ha sido la respuesta del público?
-Fantástica. Desde el minuto uno que empezamos yendo a salas con pequeños aforos, hasta el día de hoy, después de seis años y más de 300 conciertos, que estamos yendo a grandes auditorios, plazas de toros, teatros principales de las ciudades. La respuesta del público está ahí, en cómo íbamos creciendo en cuanto a espectadores, que hacía que se agotaran las entradas y demandaban escenarios más grandes. El público es consciente del cariño y del respeto que demostramos a la banda con nuestro trabajo. Hacemos este trabajo milimétrico. Como fans somos muy exigentes y nos gusta ofrecer al público lo que nos gustaría ver a nosotros si fuésemos a ver un homenaje a Mecano. Hay mucho trabajo detrás y viendo que ese esfuerzo compensa porque la respuesta es buena, el público se emociona, la gente baila, canta. Después de dos o tres semanas nos escriben por redes sociales para decirnos que se acuerden aún del concierto.
Nos dan las gracias por hacerles vivir un concierto de Mecano en directo porque nunca lo pude vivir. Y otro porque Mecano cuando se separó fue durante la gira de Aidalai Tour y nadie se esperaba que se separaran. Cuando se disolvieron fue en una entrega de premios, en donde José María Cano le dijo a Ana, Nacho y al público que abandonaba el grupo. Nadie se esperaba esa despedida y mucha gente no se pudo despedir de Mecano en condiciones. Ya no se realizó ningún concierto más.
-¿Cuál es tu canción favorita de Mecano y por qué?
-Para mí, todas las canciones de Mecano son mis favoritas porque cada una de ellas son obras de arte, canciones que van a permanecer siempre en el tiempo. Sí puedo elegir una favorita dependiendo del día, porque cada día te levantas con una actitud, de una manera distinta. Pero una de las canciones que más me gusta, si tengo que elegir una es la de Eugenio Salvador Dalí. Tiene unas armonías y unas melodías impresionantes, una letra espectacular, una obra de arte en donde José María Cano se lució. Me gusta más porque hay una puesta en escena muy chula en nuestro espectáculo, pero en realidad todas las canciones me encantan.
-Mecano tiene un gran repertorio. ¿Cómo seleccionáis las canciones que cantáis en los conciertos?
-Nos basamos sobre todo en el disco en el que estamos basando el concierto. Cuando creamos la gira de despedida del disco Aidalai Tour nos basamos en las canciones de ese disco. Y cuando hemos hecho el concierto de Descanso Dominical trabajamos sobre los temas de este. Pero en ambos hemos rescatado grandes clásicos que no pertenecen a ese disco y que la gente quiere escuchar cuando viene a nuestros conciertos, como es el caso de Maquillaje, Barco a Venus, Me colé en una fiesta, Aire, Hoy no me puedo levantar, Hija de la Luna, Me cuesta tanto olvidarte, Las curvas de ese chica, Cruz de Navajas.
Es un pecado no cantar esos grandes éxitos de otros discos.
-¿Qué tipo de experiencia esperas que tenga el público durante los conciertos?
-Lo primero es que todo el mundo conecte conmigo, que estemos los dos bailando al mismo son. Que lo que yo esté cantando lo reciban y lo que ellos perciban como experiencia me lo transmitan a mí, y así sea recíproco. Que durante las dos horas del espectáculo desconecten del mundo, no existan los problemas y retrocedan conmigo treinta años atrás y bailemos esas canciones como antiguamente hacían cuando iban a los conciertos de Mecano.
Cada tema, para cada uno de los que viene al concierto, supondrá algo en su vida. El objetivo es que conserven ese recuerdo bonito y pueda revivir ese sentimiento que vivieron con Mecano en aquel momento. La intención es que la gente que venga a vernos crea estar viendo a Mecano en directo. Se suman muchas cosas: olvidarse de los problemas, viajar en el tiempo, bailar y cantar las canciones como entonces, revivir las emociones de cuando ibas a los conciertos, que la gente se emocione y deje salir sus sentimientos. Que se lo tomen a modo de terapia y disfruten del momento de dos horas de felicidad.
-¿Cómo te preparas para los conciertos? ¿Sigues algún ritual antes de cada actuación?
-Desde una hora antes del concierto no quiero que nadie me hable, jejeje. Necesito concentrarme, estar sola en mi camerino. Dentro de mi concentración está empezar a maquillarme, peinarme, caliento la voz, el cuerpo. No solo es cantar, también es bailar; hago un repaso mental a todas las canciones para no equivocarme. Para mí es una responsabilidad muy grande cuando voy a un concierto con 3.000 personas que se han gastado un dinero y quiero que encuentren algo atractivo. Está en mi responsabilidad que el que venga a ver el concierto sienta que ese dinero que se gastó en la entrada es lo mejor que ha hecho, y que está todo perfecto.
-¿Cómo describirías tu estilo musical y cómo encaja en la música de Mecano?
-Todo lo que hacía Mecano encaja con mi estilo musical. Lo bueno que tienen es que es muy variado lo que ofrecen. Ellos hacen tecno-pop, pero meten baladas, boleros y otros estilos musicales. En toda su discografía, aunque tratan de mantener una línea porque eso es lo que les identifica, utilizan distintos estilos, y eso es lo que me une a mí a Mecano. No es como si voy a un concierto y cantase solo boleros. Como artista me aburriría, lo que me gusta es que es variado, y además de las letras, melodías y arreglos musicales, es lo que les hace grandes. No te puedes aburrir porque es muy diverso y mantienes la atención todo el tiempo y eso encaja conmigo. Soy una persona muy extrovertida, que me gusta cantar baladas, rock, jazz, pop, bachata, boleros e infinidad de estilos musicales, por eso me gusta tanto Mecano
-¿Qué crees que hace que tus conciertos sean únicos?
-La experiencia, el vivir un momento único, de poder revivir las canciones de Mecano. De gente como yo que se ha quedado con las ganas de verlos en directo y con esto nos quitamos la espinita. También hay personas que los han visto actuando, pero que no se pudieron despedir de ellos tras el anuncio prematuro de José María de abandonar la formación.
Además de tener esa experiencia, lo que hace único también a este tributo es que los que formamos parte del grupo Hija de la Luna somos todos fans de Mecano y tenemos mucho sentimiento bueno y positivo sobre ellos. Por eso lo que se vive en los conciertos, las emociones, cómo se transmite al público, como lo reciben, las vivencias, es algo que no se puede explicar con palabras. Tenéis que venir a ver el concierto para que entendáis lo que se vive ahí y hace único a este proyecto.
-¿Qué planes tienes para el futuro de Hija de la Luna?
-Ahora mismo estar hasta 2025 con este espectáculo de Descanso Dominical. A partir de 2026 empezar con un espectáculo basado en otra gira de Mecano y al mismo tiempo implicarme en un proyecto con mis propias canciones. Este año 2023 verá la luz e irá en paralelo con mi trabajo en la gira de Mecano. Mi idea es aguantar hasta que mi cuerpo y mi voz me digan hasta aquí. No sé si será hasta los 50, 60, 70… (risas), pero mi idea es seguir con Mecano siempre.
-¿Cuál es el momento que más disfrutas durante los conciertos?
-Disfruto todo el tiempo, pero a partir de la cuarta, quinta canción empiezo a disfrutar más porque al principio el público está más frío, la gente es nueva y está expectante por comprobar lo que se le va a ofrecer. Observan y comparan, como es normal. Y hasta que no ven que haces algo muy profesional, que realizas con mucho cariño y respeto, no se sueltan. Cuando empiezan a bailar y a cantar yo empiezo a estar más a gusto, porque veo que dan el visto bueno y es ahí cuando mejor lo paso y el resto de canciones lo disfruto mucho.
Lo bueno de Hija de la Luna es que en el espectáculo cada canción es especial, con una puesta en escena distinta, un vestuario, una coreografía y escenografía diferentes. Eso hace que cada una de las canciones que tocamos sea un momento único y disfrutemos de todas por igual.
-¿Hay algún sitio en el que te gustaría actuar?
– Me gustaría seguir haciendo la gira internacional, hemos abierto la veda para Latinoamérica, pero nos queda mucho Latinoamérica por recorrer, muchas ciudades en las que poder ir con este proyecto. También está la posibilidad de ampliar nuestro trabajo a más países de Europa.
Todos los teatros, más grandes o más pequeños, todas las salas tienen su encanto y su público. Y yo encantada de todos los sitios a los que he ido hasta ahora. Pero sí que me gustaría ir a más países de Latinoamérica y Europa.
-Cuéntanos alguna anécdota con algún fan de Mecano.
-Me han pasado dos cosas. Una de ellas en un teatro en Almería. Una de las personas que trabajaba en él era fan de Mecano. Era un señor mayor, vino y me dijo: ’Yo te vi hace 20 años cuando estuviste actuando en el concierto Coca Cola de Almería’. Le dije que yo no era Ana Torroja, que veníamos a hacer el homenaje a Mecano. Se creía que era Ana Torroja (risas).
Otra vez, en una sala de conciertos había un grupo de amigos bailando y uno de ellos hasta la quinta o sexta canción no se dio cuenta de que no éramos Mecano. ‘Hay que ver que no pasan los años por ellos’, decía. Me lo contaron cuando acabó el concierto, vinieron a mí y me quedé muy sorprendida. Si una persona cree que somos Mecano de verdad es porque el trabajo que estamos haciendo está bien hecho.